domingo, 07 de marzo de 2021
17 de junio de 2005
Estas declaraciones se producen en momentos delicados para la Unión Europea, que ayer decidió paralizar la ratificación de la Constitución ante la división creada tras el "No" de Francia y Holanda.
En una cena con motivo del congreso organizado por la entidad monetaria sobre los efectos de la UEM en el área euro celebrada la pasada noche, Issing añadió que "para garantizar el éxito de una política monetaria única, necesitamos un apoyo político estable de todos los países miembros".
De esta manera, el economista jefe del banco europeo aludió el rechazo francés y holandés a la Constitución europea en sendos referendos y, como consecuencia, el debate surgido sobre el futuro de la UEM y del euro. "En el presente vemos tensiones relacionadas con el impacto de una política monetaria única en varios países en términos económicos y políticos", dijo Issing.
En este sentido, el banquero alemán recordó que el marco fiscal que establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) está siendo cuestionado en algunos países como Italia, Francia y Alemania. "Los países del área euro ya han transferido diversas áreas de soberanía nacional a un nivel supranacional, lo que incluye soberanía en las políticas monetaria y de tipos de cambio", según Issing.
"El área euro y otros países de la Unión Europea ya comparten importantes elementos de la formación de un estado" y "pese al rechazo a la nueva Constitución en Francia y en Holanda, la integración política tiene que profundizar con el tiempo", concluyó el economista jefe de la entidad monetaria europea.
El "no" de Francia y Holanda a la nueva Carta Magna europea ha presionado a la baja a la divisa europea, que se ha depreciado notablemente en las últimas tres semanas, como reconoció el propio BCE en su boletín mensual de junio.