martes, 02 de marzo de 2021
10 de enero de 2005
Al término de la reunión de bancos centrales de este grupo, que congrega a las primeras potencias económicas y a varios países en desarrollo, Trichet se mostró optimista de que haya pasado lo peor por la escalada de los precios del petróleo en 2004.
"La peor parte de los elevados precios del petróleo ya ha sido absorbida y por eso tenemos una esperanza razonable sobre el crecimiento económico en 2005", señaló el banquero francés en rueda de prensa en la sede del Banco de Pagos Internacionales (BPI) de Basilea.
El Banco Mundial estimó el pasado mes de noviembre que el crecimiento mundial se situaría en 3,2% en 2005 y 2006, según su informe 'Perspectivas de la Economía Mundial 2005'.
Sin previsiones sobre subidas de tipos
Resaltó también los bajos tipos reales de interés que rigen actualmente en diversas partes como factor para incentivar el crecimiento, pero no quiso adelantarse a los acontecimientos y dar previsiones sobre el precio del dinero en 2005.
Al respecto, recordó que el consejo de gobierno del BCE se reunirá el jueves en Francfort para deliberar las tasas la eurozona, de las que casi todos los analistas esperan que se mantengan inalteradas en el 2%.
Debilidad del dólar
Por otra parte, aseguró que no se abordó entre los banqueros centrales del G-10 la cuestión de los tipos de cambio de las divisas, aunque sí se remitió a las declaraciones del secretario norteamericano del Tesoro, John Snow, sobre la voluntad de Washington de reducir el doble déficit fiscal y comercial.
Los expertos consideran que la debilidad del dólar contra el euro desde mediados de octubre pasado obedece, en buena parte, al enorme doble déficit acumulado por EEUU.
Al hablar de los riesgos que se ciernen sobre la economía y las finanzas globales, el jefe del BCE citó también una potencial vuelta a los precios elevados del crudo y el riesgo del citado déficit, cuya corrección debe ir a la par con el reparto de deberes en otras partes del mundo, como las reformas estructurales pendientes en Europa y Japón.
Sobre el papel de los países emergentes, Trichet tuvo palabras de elogio, incluido Brasil, por su contribución "impresionante" al crecimiento económico mundial en 2004, aunque no quiso entrar en detalles sobre naciones concretas.
Los miembros del G-10 son Alemania, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, Japón, el Reino Unido, Suecia y Suiza.