sábado, 07 de diciembre de 2024
19 de noviembre de 2024
El euríbor a doce meses, al que están referenciadas miles de hipotecas a tipo variable, registra hoy un nuevo mínimo anual, pero también un récord inédito en sus 25 años de historia. El índice nunca se había distanciado tanto de los tipos oficiales del BCE en un ciclo bajista y abre la puerta a que el ciclo de recortes sea más intenso y pronunciado en los próximos meses, que lo inicialmente previsto. El euríbor nunca había corrido tanto respecto al ritmo de recortes de tipos del BCE. El famoso índice de las hipotecas suele seguir los pasos de las tasas oficiales del banco central, pero en los cambios de ciclo también se desmarca anticipando el giro de la política monetaria. Sin embargo, este récord se ha producido ya en pleno retroceso de los tipos, cuando la bajada de tipos está lanzada.
Actualmente, la tasa de depósito que ha fijado el Banco Central Europeo tras la última reunión de octubre está en el 3,25%, por lo que, con la caída de este lunes, que llega al 2,432%, el diferencial entre el tipo oficial del BCE y el valor diario del euríbor queda en -81,8 puntos básicos, una diferencia que no se había dado en los 25 años de historia del índice hipotecario. Hasta la última fase de recorte de tipos iniciada el pasado mes de junio, el euríbor siempre suele cotizar con una ligera prima sobre el tipo de referencia. Solo ha cotizado por debajo en raras ocasiones y, como ahora, en plena bajada. Pero nunca con tanta intensidad a la baja. En las otras ocasiones en que se había distanciado tanto había sido al final de los ciclos alcistas en el año 2001 y de 2008, superando los 100 puntos básicos de diferencia, justo antes de que el BCE girara 180 grados su política monetaria.
En el último ciclo de subidas, el euríbor no llegó a tanto y ni siquiera superó los 70 puntos de diferencia y, además, comenzó a anticipar en más de seis meses la etapa de recortes que iba a iniciar el BCE el pasado mes de junio. Antes de que la institución comenzara a bajar los tipos, el euríbor se lanzó a descontar futuros descensos. Antes de finalizar 2023, ya cotizó negativo frente a la tasa de depósito, anticipando una buena cascada de recortes.
El diferencial se ha ido tensando durante todo el año. Ya el pasado mes de octubre de 2024, el índice se distanciaba por encima de 80 puntos básicos. En concreto, el 4 de octubre, el euríbor diario marcaba el 2,688%, mientras que la tasa de depósito se situaba en el 3,5%, por lo que el diferencial entre ambos valores marcó un récord de 81,2 puntos básicos, un hito que, ahora, se hace aún más grande. ¿Qué significa y cuándo se produce?
El euríbor ha tensado el diferencial con la tasa de depósito cuando las expectativas del BCE para bajar los tipos han crecido con fuerza. La primera vez fue a finales de 2023. Los mercados financieros, cuando todavía no estaba claro cuándo iban a bajar los tipos, comenzaron a descontar seis descensos en la zona euro, a través del sistema OIS (por sus siglas en inglés de Overnight Indexed Swap) de derivados financieros. Según las indicaciones de los mercados en menos de un año, el BCE iba a llevar los tipos del 4% al 1,5%.
En su anterior récord, el pasado mes de octubre otra vez se volvieron a disparar las previsiones del mercado, y esta vez con el añadido que los analistas veían grandes recortes del BCE cuando la otra vez no lo hicieron, solo lo descontaban los mercados.
Ahora el mercado vuelve a elevar la apuesta para que el banco central acelere los recortes de tipos. En concreto, los swaps financieros apuntan que los tipos bajarán desde el 3,25% al 1,75% para el próximo mes de octubre. Serían seis recortes simples para las próximas ocho reuniones que tiene el BCE por delante. Y de ahí, la última escapada del euríbor.
¿Ha pasado en otras ocasiones?
Sí, ha pasado, pero con matices. Este último ciclo de recortes está siendo especial respecto a los dos anteriores. Principalmente, porque la política monetaria todavía está influenciada por los años de tipos negativos y el exceso de liquidez dentro del sistema propiciado por el BCE. Ahora mismo, para el euríbor su referencia es la tasa de depósitos, pero no siempre ha sido así. A partir de 2014, la política monetaria de la zona euro cambió para siempre. El BCE, con Mario Draghi al mando, hizo dos cosas: llevó los tipos de la zona euro a negativo y dio barra libre de liquidez a los bancos para sacar a la región de una vez por todas del crecimiento anémico que arrastraba desde la crisis de 2008. Para aplicar de manera efectiva los tipos negativos, dejó la tasa principal de financiación en el 0%, que era la principal referencia del mercado, y del euríbor, sobre tipos de interés.
La tasa de depósitos pasó al terreno negativo hasta alcanzar el –0,5%, convirtiéndose en el nuevo faro del mercado. La tasa principal de financiación se había convertido en inservible. Los bancos habían dejado de acudir a la ventanilla tradicional de liquidez del BCE y acudían a las subastas extraordinarias de liquidez. Los tipos oficiales volvieron a positivo el pasado mes de junio, pero la tasa de depósitos sigue vigente como la referencia principal del mercado. Los bancos siguen nadando en liquidez y sin necesidad de acudir por los cauces habituales al BCE. El exceso de liquidez del sistema alcanza los tres billones de euros. Antes de 2014 se situaba sobre los 0,2 billones de euros y quien marcaba el ritmo al euríbor y al resto del mercado, la tasa de interés principal, u operaciones principales de financiación. Con ella, el euríbor también cotizaba con una prima sobre el tipo oficial en condiciones normales, pero al principio del ciclo de caídas de 2001 el euríbor también se situó por debajo, no llegó a superar los 50 puntos básicos. Y lo mismo sucedió entre 2012 y 2013.