sábado, 05 de octubre de 2024
02 de octubre de 2024
Cuando el petróleo parecía condenado a caer a la zona de los 60 dólares en un mercado dominado por la oferta, un chispazo geopolítico (el ataque con misiles balísticos de Irán a Israel) ha sido más que suficiente para reanimar al crudo y poner en alerta a banqueros centrales (se las prometían muy felices con la potente desinflación) e inversores. El precio del petróleo Brent, de referencia en Europa, se mantiene al alza este miércoles con una subida que roza el 2% después de haberse disparado en la jornada del martes ante el aumento de las tensiones generadas entre Irán e Israel. Ahora mismo, el Brent se sitúa cerca de los 75 dólares el barril, mientras que en la jornada del martes a primera hora cotizaba en los 70 dólares. El temor a un posible ataque de Israel sobre los yacimientos de Irán (fuente de ingresos de Teherán), unas sanciones más potentes pulvericen también parte del crudo iraní o una guerra total están inflando la prima de riesgo geopolítico.
Irán se encuentra, en teoría, sometido a las sanciones de EEUU y Occidente. Sin embargo, Teherán logra exportar su crudo con relativa facilidad a países como China o la India, que no se encuentran de forma directa en la órbita de Occidente. De este modo, la producción de petróleo en Irán ha subido de forma progresiva en los últimos años hasta superar los 3,2 millones de barriles diarios. Cabe recordar, que allá por 2019, cuando las sanciones sobre Irán se aplicaban con mayor vehemencia, el régimen apenas producía 2 millones de barriles diarios porque no encontraba compradores en el mercado. Esto deja entrever que si las sanciones vuelven a endurecerse, el mercado de petróleo podría perder más de un millón de barriles por día.
Los analistas de IG señalan en una nota publicada que en el mercado se ha especulado sobre un posible ataque de Israel sobre los yacimientos petrolíferos iraníes. Esto ha podido inflar aún más los precios del crudo. No obstante, los analistas de IG creen que este escenario parece "poco probable". Tal acción podría impulsar los precios del petróleo hacia los 80 dólares, lo que molestaría a los aliados de Israel que trabajan para controlar la inflación. En cambio, parece más probable que Israel ataque fábricas de armas críticas e instalaciones militares, de manera similar a las acciones tomadas en abril. Otra opción sería que Israel optase por realizar ataques selectivos sobre instalaciones petroleras de Irán. Algo similar a la táctica que tantas 'alegrías' ha dado al ejército ucraniano en Rusia, donde los drones no tripulados han inutilizado durante días algunas de las refinerías más importantes de Rusia. Sin embargo, al igual que el ataque directo sobre los yacimientos, esta táctica supondría un rápido encarecimiento del petróleo que podría poner a EEUU y Europa en una situación complicada de apoyar y de defender ante sus votantes.
El riesgo para el petróleo
Erik Meyersson, estratega jefe para mercados emergentes de SEB, no tiene dudas de que los ataques de Irán aumentan la probabilidad de nuestro escenario de riesgo para los mercados mundiales, con una mayor exposición de las infraestructuras energéticas de la región. "El ataque con misiles de Irán también abre el campo a un ataque israelí contra las instalaciones nucleares del país. El reciente aumento de la popularidad de Netanyahu incrementa la posibilidad de elecciones anticipadas. Irán puede parecer por el momento superado, pero conserva la capacidad de causar daños a sus aliados en la región sin defensas aéreas sofisticadas", desarrolla en una nota para clientes.
"Aunque los mercados han descontado durante el año una probabilidad baja de que se produzca un evento de este tipo, nuestra preocupación ha sido que, en el caso de un escenario de riesgo, los principales canales de transmisión no sólo implican precios más altos del petróleo crudo y mayores presiones inflacionarias, sino también condiciones financieras globales más restrictivas, precios de activos en descenso y un sentimiento más débil en general", amplía Meyersson. Las consecuencias adversas de estos resultados serían particularmente agudas en los importadores netos de energía, incluidos varios en Europa y Asia, alerta el experto. Además, agrega, si se produce un período global de aversión al riesgo, esto podría endurecer aún más las condiciones financieras en los mercados emergentes a través de la apreciación del dólar y el cambio generalizado de los inversores hacia activos más seguros.
Poniendo el foco especialmente en las derivadas para el mercado del petróleo, el equipo de analistas de Capital Economics conformado por Simon MacAdam, Jason Tuvey y David Oxley, pide discernir primero entre los dos escenarios que se abren ahora una vez que el de un irán manteniéndose al margen ha quedado descartado. Por un lado, de manera similar a lo ocurrido en abril, Irán podría lanzar ataques de represalia contra Israel muy específicos, diseñados como una demostración de fuerza en lugar de un esfuerzo por intensificar el conflicto. Por el otro, la situación puede agravarse de diversas maneras, llevando a Israel e Irán a un conflicto directo.
"El conflicto directo entre Irán e Israel sería claramente un problema mayor; Irán representa alrededor del 4% de la producción mundial de petróleo, por lo que las preocupaciones sobre la interrupción de su suministro en este escenario podrían hacer que los precios del petróleo se disparen, potencialmente hasta el rango de 90-100 dólares por barril. Y en la medida en que la interrupción en el Estrecho de Ormuz interrumpa los envíos de gas natural licuado (GNL) desde Qatar, esto podría extenderse también a los mercados de gas natural", explican estos estrategas.
Dicho esto, incluso si Irán intentara restringir el transporte marítimo a través del estrecho de Ormuz, las relaciones relativamente cálidas de Qatar con Irán significan que los suministros qataríes aún podrían pasar, y los suministros de petróleo de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos podrían potencialmente desviarse a través de oleoductos a los puertos del Mar Rojo. Y en cualquier caso, dada la probabilidad de una respuesta militar, probablemente liderada por Estados Unidos, dudamos que Irán, en la práctica, pueda cerrar el estrecho por mucho tiempo.
¿Petróleo a 100 dólares?
Si Irán e Israel entraran en conflicto directo y los precios del petróleo se dispararan a 100 dólares por barril, continúan desde Capital Economics, esto impulsaría la inflación en 0,75 puntos porcentuales en los principales mercados desarrollados: "Es evidente que el aumento preciso de los precios del petróleo es muy incierto. Por lo tanto, vale la pena tener en cuenta la regla general de que un aumento del 5% interanual en los precios del petróleo suele añadir alrededor de 0,1 puntos porcentuales a la inflación media en los mercados desarrollados".
Combinado con un aumento de los precios del gas natural y una transmisión de los precios más altos de la energía a la todavía elevada inflación de los servicios, la inflación general en los mercados desarrollados correría el riesgo de estar cerca de un punto porcentual más alta, a lo que los bancos centrales probablemente responderían reduciendo los tipos de interés más lentamente, subrayan desde la casa de análisis. Y los precios más altos de la energía plantearían otro obstáculo para la industria mundial , que ya está en recesión.
En cuanto al transporte marítimo de contenedores a nivel mundial y, por ende, al comercio marítimo y las cadenas de suministro, en Capital Economics ven poco probable que un conflicto directo entre Irán e Israel aseste un golpe fuerte. "Después de todo, si bien los transportistas sin duda tomarían alguna medida para distanciarse de la región, la principal interrupción del suministro (es decir, el cierre efectivo del Mar Rojo a los portacontenedores) ya se ha producido. Por lo tanto, una escalada tan importante del conflicto no haría más que reforzar la idea de que el Mar Rojo no volverá a abrirse en el futuro previsible", zanjan.
No obstante, pese a todos estos riesgos, la esperanza es que esto sea simplemente una subida 'relámpago' del petróleo, como ha sucedido en otros momentos de conflicto en Oriente Próximo. "Históricamente, durante las crisis en Oriente Medio de las últimas tres décadas, los precios del petróleo crudo han experimentado picos de corto plazo, pero poco después se han realineado con la dinámica más amplia de la oferta y la demanda", aseguran estos expertos.