miércoles, 09 de octubre de 2024
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01 de octubre de 2024
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Lagarde allana el terreno para una nueva bajada de tipos en octubre: "La lucha contra la inflación progresa"
La presidenta del BCE sostiene que los datos refuerzan su confianza en que la inflación volverá al 2% a tiempo.
El Banco Central Europeo (BCE) tiene dos semanas para pensarse si baja o mantiene los tipos de interés oficiales. La próxima reunión sobre política monetaria se celebrará el jueves 17 de octubre, sin que los mercados tengan claro todavía del todo por dónde sopla el viento. En medio de esta incertidumbre, la presidenta del regulador del BCE, Christine Lagarde, ha lanzado este lunes una serie de mensajes que ponen sobre la mesa un posible recorte en los tipos de interés.
"Los últimos desarrollos fortalecen nuestra confianza en que la inflación volverá a su objetivo [del 2%] a tiempo", ha deslizado Lagarde en su comparecencia ante la comisión de Economía en el Parlamento Europeo. "Lo tendremos en cuenta en nuestra próxima reunión de política monetaria de octubre", ha agregado la máxima autoridad dentro del organigrama del banco central, refiriéndose a su renovada confianza en que "la lucha contra la inflación progresa". Los datos macroeconómicos que tiene el banco central encima de la mesa dejan margen a una nueva bajada en los tipos. El pasado agosto la inflación en la eurozona cayó hasta el 2,2% y la propia Lagarde ha anticipado que el dato de septiembre, que se conocerá el martes, será todavía más bajo. No obstante, ha advertido que en los próximos meses se verá un leve repunte en los datos debido al efecto escalón en los precios de la energía. En todo caso, Lagarde se ha esforzado por subrayar el mensaje de que, aunque no todas las métricas de inflación están ya en el 2% o cerca (todavía permanecen por encima la subyacente o los servicios), esto no será obstáculo para un hipotético recorte de tipos. "No vamos a esperar hasta que todo esté en el 2% para bajar tipos", ha zanjado la presidenta del BCE.
Además, el BCE se ve cada vez más presionado por la debilidad de la economía de los países del euro. El conjunto de la eurozona lleva dos años sin ver nada parecido a un crecimiento económico de verdad y las señales que llegan a corto plazo no son favorables. La propia Lagarde lo ha reconocido. "El bajo nivel de algunos indicadores sugiere que la recuperación se enfrenta a vientos en contra", ha admitido.