jueves, 20 de marzo de 2025
01 de julio de 2024
El teletrabajo está en declive en España, con solo un 19% de la población planeando teletrabajar este verano, según un estudio de DE-CIX. Este descenso es notable comparado con el 44% que preveía teletrabajar en 2023. Varias causas contribuyen a esta caída. Por una lado, el retorno a la presencialidad, donde muchas empresas consideran que la colaboración cara a cara es esencial para la productividad y el desarrollo profesional, lo que ha llevado a un regreso a las oficinas. Por otro lado, las dificultades técnicas, problemas de conexión a Internet son comunes, con el 43,5% de los teletrabajadores preocupados por este aspecto. Las regiones más afectadas son Murcia, Cataluña y Canarias.
En esta línea, un reciente estudio de EADA Business School revela que una de cada tres empresas en España ya ha reducido o eliminado el teletrabajo, mientras que la demanda de esta modalidad por parte de los trabajadores sigue en aumento. Las compañías argumentan que el teletrabajo reduce la creatividad y debilita las relaciones entre compañeros. Sin embargo, casi el 60% de los empleados estaría dispuesto a cambiar de empleo si no se les permite teletrabajar.
Tras la pandemia, un 88% de los profesionales valora positivamente el teletrabajo, con la fórmula híbrida (52%) siendo la más común. La mayor parte de los encuestados, un 51%, considera que es más productivo cuando trabaja desde casa que desde la oficina. Esta es la proporción más alta registrada en la encuesta, que cumple su tercera edición. En 2020, un 50% de los encuestados tenía esta opinión, y en 2021, un 41%. Paralelamente, la proporción de quienes creen que son igual de productivos en ambos espacios ha disminuido: del 35% en 2020 al 31% en la actualidad. Los que están en desacuerdo con la mayor productividad en casa han disminuido del 24% en 2020 al 18% actual. Esta opinión no coincide exactamente con la de los jefes. Son algo menos los que creen que sus equipos son más productivos desde casa, un 39%. La mayoría, un 47%, opina que la productividad es la misma tanto en casa como en la oficina, mientras que un 14% cree que es mayor en el centro de trabajo. Es destacable que el 90% de los jefes se siente capaz de liderar equipos que trabajan de forma remota. Esta confianza ha conducido a una reducción de las barreras para el teletrabajo: hoy un 53% de los encuestados dice que no hay barreras para trabajar desde casa, mientras que, en 2020, un 24% sí las observaba. "Sin duda, hemos aprendido de la experiencia, inicialmente forzada por las circunstancias. Tanto las empresas como los profesionales hemos adquirido habilidades que nos permiten aprovechar la modalidad del teletrabajo", opina Aline Masuda, directora del estudio. Añade que "el dilema actual no es si utilizamos el teletrabajo o no, sino cuál es la proporción adecuada para mejorar el rendimiento y la vida de los profesionales".
Carlos Liébana, CEO de Factor Libre, destaca que en un contexto de teletrabajo, es obvio que determinados empresarios pueden sentir que perder el contacto directo diario dificulta la evaluación del rendimiento y la gestión efectiva de los equipos. "Esto se agrava en el verano, cuando las distracciones y las tentaciones para aprovechar el buen tiempo son mayores. Pero también irá por sectores, porque en algunos relacionados con tecnología, el teletrabajo yo creo que no tiene estacionalidad".
Además, tras el teletrabajo forzado en pandemia, muchas empresas buscan recuperar la cohesión y la colaboración interna. "La presencia física en la oficina puede verse como una manera de fortalecer el trabajo en equipo y la cultura empresarial, por lo que ese teletrabajo completo está mutando a opciones mixtas en algunos sectores".
A pesar de los resultados positivos, algunas empresas siguen resistiéndose a esta modalidad. Un 27% de los encuestados indica que su empresa ha reducido significativamente el teletrabajo y un 7% ha dejado de ofrecerlo por completo. Sin embargo, el 47% no ha experimentado cambios y un 15% ha visto ampliada esta opción. Entre los encuestados, el teletrabajo varía: el 23% lo practica una vez a la semana, el 29% dos veces, el 16% tres veces, el 8% cuatro veces, el 18% todos los días y el 6% nunca.
Fernando Pedraza, CEO Reveni, sostiene que ha bajado por el miedo del empresario a que se utilice el teletrabajo como unas "vacaciones" encubiertas. "El problema del teletrabajo en las empresas grandes es que es difícil medir el performance". En las empresas pequeñas medir el performance es más sencillo, aunque más difícil que la gente se empape de la cultura de la empresa. Asimismo, considera que depende del role, en tecnología sin duda afecta. "Si no se puede teletrabajar el developer es raro que esté abierto a unirse a alguna empresa. Lo mismo pasa en roles más de backoffice. En roles de negocio, como ventas, creo que es un factor que afecta mucho menos".
Desde una perspectiva organizativa, el 71% de las empresas no asume los costes asociados al teletrabajo, como wifi, equipamiento o electricidad. La normativa obliga a compensar estos gastos si el teletrabajo supera el 30% de la jornada, lo que lleva a muchas empresas a limitar esta práctica justo por debajo de ese umbral. En cuanto a la relación laboral, el 83% de los empleados siente que sus jefes respetan su derecho a desconectar y no desconfían por teletrabajar. Además, el 36% ve el teletrabajo como un derecho y el 64% como un beneficio opcional. Un abrumador 91% está convencido de que el teletrabajo ha llegado para quedarse.
Guillermo Hernaiz, director de GHPress, Agencia de Prensa y Comunicación declara que el teletrabajo "te ahorra mucho tiempo en desplazamientos a la oficina que redundan en la calidad de vida y también muchas reuniones estériles ya que en las videoconferencias se suele ir más al grano. También permite conciliar mejor la vida familiar". "Es desafiante porque uno mismo debe ponerse la disciplina de no perder comba y estar concentrado ya que no hay autoridad cercana para ejercer ese control (al menos no de manera directa) y requiere fuerza de voluntad para no dispersarse en las tentaciones de ocio que ofrece un hogar o el barrio".
El 'smartphone' es el aliado
En este contexto, aunque el teletrabajo sigue siendo una opción atractiva para el verano, la falta de una conexión a Internet de calidad en algunos lugares puede convertirse en un obstáculo significativo. Ante estos problemas, muchos teletrabajadores optan por compartir datos desde el móvil, una práctica cada vez más común. De hecho, dos de cada tres teletrabajadores en verano (66,7%) utilizan los datos de su smartphone para trabajar en otros dispositivos como ordenadores o tablets. Entre ellos, destacan los trabajadores de entre 30 y 44 años (57,7%), quienes recurren con mayor frecuencia a esta solución.
Al ser consultados sobre la calidad de la conexión, casi la mitad de los encuestados (48,1%) considera que la conexión a Internet no es tan buena en zonas turísticas o rurales en comparación con las capitales de provincia. Además, el 35,2% afirma enfrentar problemas de conexión cuando viaja. En Murcia, este porcentaje asciende al 65%, y en Madrid al 60%, siendo las regiones donde esta diferencia de calidad se percibe con mayor intensidad.
En cuanto a la productividad, los problemas de conexión suponen una pérdida de tiempo para cerca del 20% de los encuestados. En detalle, el 19,7% pierde media hora a la semana, el 6,5% entre 1 y 2 horas, y el 1,7% más de 2 horas debido a estos inconvenientes.
Contra el 'bornout'
En el debate sobre los beneficios del teletrabajo y las quejas por el retorno a la oficina, se ha ignorado un aspecto crucial: la ansiedad por productividad. Un estudio en Reino Unido revela que, aunque el 61% de los empleados se siente más productivo trabajando desde casa, dos tercios de ellos experimentan ansiedad por productividad, sintiendo presión por demostrar su eficiencia.
La ansiedad por productividad se manifiesta en la sensación de no ser lo suficientemente productivo, perfeccionismo, miedo al fracaso y necesidad de validación externa, lo que genera estrés, ansiedad y agotamiento, similar al burnout pero por otra vía.
El estudio destaca que casi el 60% de los encuestados considera que el reconocimiento y la retroalimentación entre empleados y empleadores son claves para reducir esta ansiedad. La encuesta sugiere que un formato híbrido, combinando teletrabajo y trabajo en oficina, podría ser la mejor forma de aprovechar los beneficios del trabajo remoto sin caer en estos problemas.
Hernáiz cree que "solo las personas con cierta autonomía sobre su trabajo se benefician del teletrabajo, organizan su horario y viven fuera de las rutinas toxicas que conllevan los entornos laborales muy disciplinados y de horarios inflexibles. Pero para los trabajadores que estén muy atados a la empresa por obligación, puede ser una. trampa para meter más horas de trabajo de las que marca el convenio y trabajar también los fines de semana sin remuneración".