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14 de septiembre de 2023

El Economista

El BCE sube otros 25 puntos básicos los tipos llevándolos a máximos de 2001 y telegrafía el final de las alzas

El tipo principal escala al 4,5% y el de depósito al 4%, máximo histórico
Se trata de la décima alza consecutiva del precio del dinero en la eurozona
El comunicado menciona la utilidad de "mantener" este nivel de los tipos

El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves continuar endureciendo su política monetaria, a pesar de la desaceleración de la economía de la eurozona (y con una recesión acechando a su mayor potencia, Alemania), dando de nuevo más importancia a su principal objetivo: el control de la inflación. Así, la institución ha vuelto a subir los tipos de interés 25 puntos básicos, siendo el cuarto incremento seguido de esta magnitud y el décimo consecutivo desde que en julio del año pasado comenzó a encarecer el precio del dinero. En total, 450 puntos básicos en 14 meses. En su comunicado con la decisión, el BCE ha telegrafiado que esta debería ser la última subida de tipos del ciclo. De esta forma, con efectos a partir del 20 de septiembre, el tipo principal de refinanciación escala al 4,5%, una marca que no se alcanzaba desde hace más de 22 años (mayo de 2001). Asimismo, la tasa de depósito (donde los bancos de la eurozona aparcan su liquidez) sube al 4%, un nivel nunca visto. Mientras, la facilidad marginal de crédito (ventanilla de emergencia donde acuden los bancos a pedir liquidez) asciende hasta el 4,75%, algo que no sucedía desde finales de 2008.

"La inflación sigue disminuyendo, pero todavía se espera que se mantenga demasiado alta durante demasiado tiempo. El Consejo de Gobierno está decidido a garantizar que la inflación regrese oportunamente a su objetivo de mediano plazo del 2%. Para reforzar el progreso hacia su objetivo, el Consejo de Gobierno decidió hoy aumentar los tres tipos de interés oficiales del BCE en 25 puntos básicos", comienza el comunicado del BCE. "Sobre la base de su evaluación actual, el Consejo de Gobierno considera que los tipos de interés oficiales del BCE han alcanzado niveles que, mantenidos durante un período suficientemente largo, contribuirán sustancialmente al retorno oportuno de la inflación al objetivo", recoge también la nota, deslizando la pausa en las alzas de tipos tras más de un año de subidas ininterrumpidas.

"Las futuras decisiones del Consejo de Gobierno garantizarán que los tipos de interés oficiales del BCE se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario. El Consejo seguirá aplicando un enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel apropiado y la duración de la restricción. En particular, las decisiones del Consejo de Gobierno sobre las tasas de interés se basarán en su evaluación de las perspectivas de inflación a la luz de los datos económicos y financieros entrantes, la dinámica de la inflación subyacente y la fortaleza de la transmisión de la política monetaria", añade el escrito del Consejo con su resolución. En la rueda de prensa posterior a la reunión, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha defendido la decisión ciñéndose a la literalidad de la frase del comunicado que justificaba la subida de tipos en la intención de "reforzar el avance hacia el objetivo" de inflación del 2%.

Preguntada por los periodistas ante lo reñido de la decisión, Lagarde ha querido tapar fisuras y ha contestado que "una sólida mayoría de miembros estaba de acuerdo con la decisión". En esta reunión, en virtud del voto rotatorio, no tenían derecho al mismo algunos habituales halcones del Consejo como los gobernadores Joachim Nagel (del Bundesbank alemán), Pierre Wunsch (Bélgica), Gabriel Makhlouf (Irlanda) y Madis Muller (Estonia).

Inquirida directamente por si la literalidad del comunicado avanzaba un techo en los tipos de interés al telegrafiarse la idea de una pausa tras un abrupto ciclo de subidas, Lagarde ha buscado desmarcarse alegando que "no se ha dicho que los tipos del BCE hayan llegado a su pico" al tiempo que admitía que el banco central no está en disposición de saberlo.

En su alocución, Lagarde ha citado un pasaje de teatro que dice que "una puerta debe estar abierta o cerrada", pero añadiendo que, en este caso, no se trata de teatro. "Lo más probable es que estemos en los máximos de tipos del BCE, aunque Lagarde intente sonar más agresiva en la rueda de prensa", señalaba antes de la conferencia Frederik Ducrozet, analista de Pictet.

"El BCE estaría loco si descartara por completo nuevas subidas de tipos. La inflación ha dado demasiados giros inesperados y el banco se ha equivocado demasiadas veces en el pasado. Por eso, la reunión de hoy deja aún la posibilidad de retomar las subidas en el futuro. Sin embargo, este escenario es muy improbable. Un mayor debilitamiento de la economía y una mayor tracción de la tendencia desinflacionista harán muy difícil encontrar argumentos para nuevas subidas de tipos a corto plazo", explica Carsten Brzeski, economista de ING.

Cuando un corresponsal le ha citado directamente los recortes de tipos, Lagarde ha replicado rápido que ella no ha utilizado en ningún momento esa palabra. En materia de endurecimiento cuantitativo (reducción de balance), la presidenta del BCE ha dicho que en la reunión no se ha discutido ni sobre adelantar la conclusión de las reinversiones del programa de compras pandémicas de bonos (PEPP) previsto para finales de 2024 ni sobre proceder a las ventas directas en el marco del programa APP, previo al covid. Otro aspecto que no se ha tocado es el de la posible modificación del ratio de reservas mínimas exigidas a los bancos de la región, asunto que coleó la semana pasada y se debatió en la anterior reunión de julio. Habra que esperar a las actas de la cita de este jueves para ver si se ha dicho algo entre bastidores sobre el asunto. "La decisión del BCE de subir hoy los tipos de interés otros 25 puntos básicos pone fin probablemente al actual ciclo de endurecimiento. Sin embargo, dada la fortaleza de la inflación subyacente, esperamos que los tipos se mantengan en este nivel durante al menos un año, a pesar de que la economía parece encaminarse hacia una recesión", valora Andrew Kenningham, de Capital Economics.

"A pesar de la subida de tipos de hoy, seguimos creyendo que es poco probable que el BCE recorte los tipos en 2024, como muchos todavía esperan. Es probable que las presiones inflacionarias subyacentes, impulsadas por factores cíclicos y estructurales, sigan siendo demasiado elevadas para ello", esboza Marco Wagner, de Commerzbank.

"Como suele decirse, nunca hay que dejar para mañana lo que se puede hacer hoy. Y en esa línea, el BCE acaba de anunciar su décima subida consecutiva. El aumento de la inflación y las previsiones de inflación parecen los principales motores de la subida. La comunicación del BCE es clara: hoy ha sido la última subida del ciclo actual", sintetiza Brzeski. "Al final, el reciente repunte de los precios de las materias primas energéticas ha bastado para inclinar la balanza a favor de una subida", concluye Felix Feather, analista de abrdn.

"Si se preguntan por qué el BCE no da un paso atrás y espera hasta que se haya desplegado todo el impacto de las subidas de tipos hasta ahora, la respuesta es muy clara: se trata de credibilidad. El BCE solo tiene una misión: mantener la estabilidad de precios. La zona euro no ha visto estabilidad de precios en casi tres años. E incluso si el repunte de la inflación se debe principalmente a factores fuera del alcance directo del BCE, el banco simplemente tiene que mostrar su determinación para acabar con ella. Que este enfoque acabe empujando a la economía de la eurozona a una desaceleración más severa no importa al BCE, al menos por ahora", añade el analista de ING.

A la hora de calibrar el movimiento del BCE, es clave determinar qué hace cada tasa de las tres que mueve el banco central. El tipo principal de refinanciación (cuyo nombre completo es tipo de interés de las operaciones principales de financiación) es la ventanilla del BCE donde los bancos de la eurozona asumen créditos a corto plazo. Es la referencia a la que más han prestado atención históricamente el mercado y los medios de comunicación, al menos hasta 2012. En ese año, el banco central hundió al 0% otro de sus tipos, la tasa de depósito, que marca el rendimiento que reciben las entidades por su excedente de capital. Al quitar de facto la rentabilidad de dicho capital excedente de la banca, el seguimiento de los intereses de la financiación perdió su sentido: los tipos reales en el mercado reflejaban los tipos cero y posteriormente los tipos negativos. Pero las cosas han cambiado mucho desde entonces.

En el actual ciclo de endurecimiento monetario, el BCE ha ido moviendo sus tres tipos de interés a la par (esto es, los ha aumentado en la misma medida en cada una de las diez alzas que ha habido).

Horizonte de estanflación
En la cita de este jueves, el BCE también ha actualizado sus previsiones macroeconómicas para la eurozona. Al igual que en las ocasiones anteriores, la institución ha recortado sus cálculos sobre el crecimiento al tiempo que ha elevado sus estimaciones de subida de precios, perfilando así un escenario de estanflación (estancamiento y alta inflación).

Ahora el BCE proyecta que el producto interior bruto (PIB) de la zona euro solo crecerá un 0,7% en todo 2023, cuando la previsión anterior era dos décimas superior. Para 2024 el pronóstico del PIB baja cinco décimas hasta el 1% y de cara al año siguiente pasa a ser del 1,5% (antes 1,6%). En cambio, el ente monetario eleva sus estimaciones de inflación, esperando un índice de precios al consumo (IPC) general medio del 5,6% para este año, dos décimas más alto que lo anticipado en junio. El vaticinio de 2024 se sitúa en el 3,2% (frente al 3% previo). La agencia Reuters ya avanzó ayer miércoles que el BCE elevaría por encima del 3% su predicción de inflación del año que viene. Berezkis, de ING, lo traduce así: por un lado, "el BCE sigue muy preocupado por la inflación, no sólo la actual, sino también la futura". Por otro, el banco central "sigue aferrándose a la idea de una ralentización temporal y no de una debilidad más estructural del crecimiento".

Lo cierto es que el escenario al que se enfrenta el banco no es fácil: mientras la inflación en la zona del euro continúa por encima del 5% y los salarios siguen avanzando también más de un 5%, la actividad económica empieza a contraerse y los datos preliminares anticipan una caída de PIB en el tercer trimestre. "Creemos que el BCE sigue subiendo los tipos en una recesión que probablemente ya esté en marcha. El último incremento podría agravar la recesión y ralentizar la recuperación", alerta Feather, de abrdn.

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