sábado, 05 de octubre de 2024
11 de septiembre de 2023
La economía nacional echa el freno en el segundo semestre y mantendrá un crecimiento más débil, como poco, hasta junio del año que viene. Es el panorama que la Comisión Europea dibuja para España en sus Previsiones de Verano, que ha hecho públicas este lunes, y con las que revisa al alza sus cálculos previos para este ejercicio, que dio a conocer la pasada primavera y que ya habían quedado desactualizados. Bruselas eleva tres décimas su estimación de PIB hasta el 2,2%, una previsión más en línea con la del Gobierno en funciones (+2,1%) y con las actualizaciones que han ido haciendo públicas recientemente organismos como el Banco de España (+2,3%), el Fondo Monetario Internacional (+2,5%) u organizaciones como la OCDE (+2,1%), que engloba a las economías más desarrolladas.
En el caso de la inflación, el Ejecutivo que capitanea Úrsula von der Leyen estima que los precios subirán este año cuatro décimas menos de media, al 3,6%. Está previsto que la expansión económica sea "más moderada" en el segundo semestre debido al menor impulso del sector turístico, a la actividad económica más débil en los principales socios comerciales (las grandes economías de la Eurozona), al impacto de condiciones financieras más estrictas en la demanda agregada por la subida de los tipos de interés y a una dinámica más débil del mercado laboral. A esta apreciación el informe añade que "el debilitamiento de la actividad económica esperado hacia finales de año se extenderá al menos hasta el primer semestre de 2024". Con todo, España se mantendrá como el país que más crezca entre las grandes economías del euro y como el único, junto a Francia, para el que Bruselas ha mejorado sus cálculos. Destaca la rebaja de las previsiones para Alemania, la locomotora europea, cuya actividad se contraerá un 0,4% en el conjunto del año -en primavera preveía un avance del 0,2%-. Este retroceso tiene un impacto evidente en el conjunto. Así, el Ejecutivo comunitario empeora sus proyecciones para el conjunto de la Eurozona, que avanzará tres décimas menos de lo estimado, al 0,8%. El poder adquisitivo de los hogares, que está previsto que se beneficie de la relajación sostenida de la inflación, junto con el aumento de los salarios nominales, "mitigará parcialmente los obstáculos al consumo privado". Además, el menor endeudamiento del sector privado logrado en los últimos años y la resiliencia del sector bancario contribuirán a mitigar los riesgos financieros, mientras que se espera que la implementación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia siga apoyando el alza de la inversión durante el horizonte de previsión.
Los efectos de segunda ronda sobre los salarios, "limitados"
De cara al próximo ejercicio, la Comisión mantiene su previsión de crecimiento en el 1,9%, pero eleva dos décimas la de inflación y la coloca en el 2,9%. En el hecho de que el alza de precios vaya a seguir moderándose a futuro tendrá que ver el frenazo del coste de la energía, pese a la presión al alza que va a suponer la eliminación gradual de las medidas que el Ejecutivo de Pedro Sánchez aprobó para contrarrestar la escalada de los precios (las rebajas fiscales a los alimentos o en la factura de la luz y el gas, entre otras). La inflación subyacente disminuirá más gradualmente a medida que la transmisión de los elevados precios de la energía a otros artículos, especialmente los alimentos y los servicios, se prolongue. Según la Comisión Europea, "los efectos de segunda ronda sobre los salarios han sido limitados hasta ahora, a pesar del moderado repunte en términos nominales y reales observado en el primer semestre de este año". Para el conjunto de la región, Bruselas estima ahora que la inflación despedirá el año en el 5,6%, dos décimas por debajo de su cálculo. "Los últimos datos confirman que la economía europea evitó la recesión el pasado invierno", ha resaltado en rueda de prensa el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, antes de advertir también de que la actividad "se estancó en el segundo trimestre y las encuestas apuntan a un mayor debilitamiento en los próximos meses".
"Se espera que este escenario de crecimiento débil en la UE se extienda a 2024 y que el impacto de la política monetaria continúe afectando a la actividad económica", sostiene en su informe Bruselas, que, sin embargo, prevé un "leve" repunte en 2024 a medida que la inflación siga aumentando, toda vez que el mercado laboral aguante y, en consecuencia, el poder adquisitivo de los hogares "se recupere gradualmente".
La falta de Gobierno no afecta a las previsiones
Gentiloni ha descartado que la falta de un nuevo Gobierno con plenos poderes en España pueda perjudicar a su economía o provocar un retraso en la ejecución de los fondos europeos. "No estamos preocupados por definición, porque siempre tratamos con Estados miembros donde hay gobiernos en funciones", ha zanjado a preguntas de los medios y ha puesto como ejemplo el caso de Bélgica, donde la formación de Gobierno ha llevado más de un año. Además el comisario de Economía ha incidido en que las previsiones macroeconómicas presentadas este lunes muestran cómo "España tiene una situación bastante buena, mejor que otros países en crecimiento y perspectivas de inflación".
"Por supuesto tenemos que trabajar muy duro para evitar cualquier retraso en las provisiones del Fondo de Recuperación y Resiliencia, pero me reuní recientemente con el Gobierno español y, a pesar de esta situación, están totalmente comprometidos a evitar cualquier retraso", ha apuntado Paolo Gentiloni, en referencia al encuentro que mantuvo la semana pasada con la vicepresidenta primera en funciones, Nadia Calviño.