martes, 21 de marzo de 2023
14 de marzo de 2023
La subida interanual del precio de los alimentos (del 16,8% los elaborados y del 13,4% los frescos) volvió a notarse en el bolsillo y en la inflación del mes de febrero, que se situó definitivamente en el 6% en tasa anual, una décima por debajo de lo previsto por el Instituto Nacional de Estadística (INE), pero por encima del 5,9% al que despidió enero. El dato confirma que los precios se tensionaron por segundo mes consecutivo -venían de moderarse cinco puntos desde los máximos que el indicador tocó en julio- afectados también por la subida de la electricidad y de los paquetes turísticos.
En este comportamiento influyó el encarecimiento de las legumbres y hortalizas y la carne, así como el hecho de que el pescado y el marisco bajaron sus precios menos que el año pasado. Suben también con fuerza los precios de la leche (33,1%), de los huevos (28%) y del queso (21,4%), si bien lo hacen menos de lo que aumentaron hace justo un año. Legumbres y hortalizas se encarecieron un 23,6% en relación al mismo mes de hace un año, y también cuestan más las frutas frescas (+5,6%), debido a la reducción puntual de la oferta como consecuencia de unas condiciones climáticas desfavorables, en España y en otros países comunitarios. Esto ha provocado un incremento de precios por el aumento de la demanda internacional. Ese nivel de incremento es, sin embargo, similar al de Francia e inferior al de Alemania para el mismo mes. De acuerdo con la estadística del INE, los grupos que más presionaron al alza la tasa anual fueron el de vivienda, que aumenta su variación más de dos puntos, hasta el –6,2% por la subida de la electricidad, frente a la disminución registrada el año pasado. Sin embargo, el gasóleo para calefacción disminuye frente al alza que registró en febrero del año pasado. Ocio y cultura se encarecieron siete décimas más, un 3,2%, por el aumento de los precios de los paquetes turísticos, y vestido y calzado lo hicieron un 3,9%, tres décimas superior a la del mes anterior.
En sentido contrario, los precios del transporte se moderaron más de 3,5 puntos en términos interanuales (subieron un 1,9% el mes pasado), gracias la disminución de los precios de carburantes y lubricantes, frente al aumento de febrero del año anterior, a la bajada de los servicios de transporte, y a que los precios de los automóviles aumentan también menos que en 2022.
La inflación subyacente, que excluye de su cómputo la energía y los alimentos no elaborados, escaló el mes pasado una décima hasta el 7,6%, su nivel más elevado desde diciembre de 1986, elevando el diferencial con la tasa general por encima del punto y medio.